Las horas no son nada. El tiempo menos aún,
apenas la semilla que a la tierra le falta.
Tú estás por encima de causa o efecto,
porque tu bien da alas a mi alma si se encuentra cansada.
Que mi no saber hacer no empañe la felicidad que te deseo,
ni que este pensamiento sin doblez lo quiebre ninguna palabra.
Mes: diciembre 2016
Borrador de «Recreando a los clásicos»
«Oí 100 tamborileros cuyas manos ardían, oí diez mil susurros y nadie escuchando, oí a una persona morir de hambre, oí a mucha gente reír, oí la canción de un poeta que moría en la cuneta»
Bob Dylan.
Y todo eso, en estos días, multiplicado a una desalmada enésima potencia, quizás diría:
“Me quedé sordo de tanto susurro,
ciego al ver los tamborileros apenas con muñones,
y al hambre comerse a las personas.
Mientras, una sola canción resucitada
funde la sonrisa congelada del poeta
que aún vela la cuneta olvidada.”